¿Por qué debemos evitar rotuladores permanentes en los niños?

Los rotuladores se han convertido en uno de los principales productos de escritorio. Pero lamentablemente en muchos casos no se manipulan con las debidas precauciones para evitar los problemas de salud que estos marcadores de tinta indeleble ocasionan. Pero, ¿que tanto daño puede hacer un plumón?


Uso de los marcadores permanentes


Los marcadores permanentes son ideales para escribir sobre plástico y otras superficies donde los plumones comunes no se fijan con facilidad. Son excelentes para clasificar cajas, archivos y todo aquello que pueda estar expuesto al uso o la humedad. Los rotuladores permanentes resisten por largo tiempo y son más seguros cuando se trata de almacenar y clasificar objetos.

Pero también son usados en centros educativos, especialmente en las oficinas administrativas. Es muy importante en estos casos que este tipo de materiales sean tratados como tóxicos.

Peligroso ingrediente


Entre los distintos químicos que contiene un rotulador permanente, uno de los más nocivos es el xyleno. Este un derivado del benceno con características altamente nocivas, nada menos que un solvente utilizado también en la industria. Sus efectos se manifiestan desde que se huelen, ya que este químico emite gases tóxicos apenas se abre la tapa del rotulador.

Síntomas


Apenas se destapan estos rotuladores, sentimos un olor agradable característico, pero con él se introducen en nuestro sistema respiratorio gases potencialmente nocivos para la salud. Su asimilación por el organismo es muy rápida, llegando a la sangre casi inmediatamente al ser aspirados.





Entre los primeros efectos que causa la aspiración de los gases soltados por los rotuladores de tinta indeleble, los más importantes son:

  • Dolores de Cabeza.
  • Naúseas.
  • Irritación en ojos, nariz y garganta.
  • Malestar general.

Pero no termina ahí. Su uso prolongado aumenta las posibilidades de sufrir problemas nerviosos, lo cual lo convierte también en neurotóxico. Todos estos síntomas son resultado de oler un plumón indeleble, pero por más agradable que sea su aroma, es una alerta de lo que pueden hacer si un niño lo chupa o come.

Otros usos y abusos


Lo más triste es que también puede causar dependencia. Muchos niños desarrollan una adicción a la inhalación de rotuladores, tal como aquellos que son inhaladores de terokal o barniz.

Por otro lado, algunos niños descubren lo parecidos que son los resultados de pintarse la piel con rotuladores a hacerse un tatuaje. Se saben de casos de intoxicación por absorción a través de la piel en niños que pintaron sus brazos y piernas con estos productos, generando además reacciones cutáneas alérgicas.

Se han sabido de casos de acoso o bullying escolar en los que los marcadores han sido los lamentables protagonistas. En los Estados Unidos por ejemplo, un grupo de niñas pintaron el rostro de otra niña con palabras ofensivas.

Estas son algunas razones por las que es recomendable no adquirir estos productos, que a pesar de ser tóxicos son vendidos como útiles escolares. Limitando su uso lejos de hogares y escuelas, estaremos previendo males mayores en nuestros hijos.


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